Ilustración 1: Demora media en meses para los tres principales pasos para tramitar una patente EPO.

Con una nomenclatura farragosa impropia de la EPO, y utilizando lo que para nosotros es una hipocresía idiomática inadmisible; denominar puntualidad a lo que en realidad es tardanza o demora de un trámite, se lo mire por donde se lo mire; se ha pergeñado este gráfico.

Igual de hipócrita como en su día fue denominar «crecimiento negativo» del PIB a la caída del mismo, para que lo primero que sonara fuera la palabra crecimiento y engañar a supuestos incautos idiomáticos, que se dejarían manipular por estos engañabobos de cuello duro. Que es lo que son muchas veces los economistas, que explican las causas inexorables de todo lo ocurrido en el pasado en la economía, pero que son incapaces de prever el más mínimo efecto económico en el futuro a partir de la situación actual. Profetas del pasado, que explican lo que ocurrió pero se declaran incapaces de explicar lo que ocurrirá.

En la ilustración se refleja la demora, rebautizada como «puntualidad», en meses de promedio de los tres principales pasos que se llevan a cabo al tramitar una patente, que son:

  • Búsqueda: Buscar si ya está publicada, y por tanto patentada, la invención que se desea patentar en cualquier registro de patentes nacional, europeo o internacional, o en cualquier otro lugar o modo.
  • Examen: Veredicto del especialista en la materia que determina si es una verdadera invención según el estado actual de la técnica.
  • Procedimiento de oposición: Examinar y valorar si todos los litigantes que se oponen a otorgar esa patente porque vulnera sus supuestos derechos tienen razón o no.

Existen muchos más tramites que estos tres, pero estos son los más lentos, y hemos de confesar que los que hemos podido entender de tan farragosa terminología; indican más en esta tabla incompleta que ofrecemos, pero del todo incomprensibles para este nivel de explicación.

Resumiendo, que en estos tres tramites la EPO en 2018 tardaba de promedio 58,7 meses o lo que es lo mismo casi 5 años, y en 2019 tarda de promedio 52,3 meses o lo que es lo mismo algo menos de cuatro años y medio. Es decir que en un año la EPO ha conseguido reducir en un 10,2% el tiempo promedio que tarda en realizar estos tres tramites (o lo que es lo mismo se ahorra menos de medio año de trámites). Pero teniendo en cuenta que en algunas patentes tarda 10 años o incluso mucho más, se nos hace bastante magro este porcentaje de «puntualidad». Pensemos en un inventor individual que tenga que esperar diez años para poder vivir de su invención y se nos cae el alma al suelo.

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