A continuación, y para terminar con la serie de los Ig Nobel 2023, de forma resumida mencionaremos aquellos premios en los que no intervienen españoles y en los que la investigación no es factible de patentarse; pero no por ello dejan de ser asaz interesantes.
El Ig Nobel de Medicina para Christine Pham, Bobak Hedayati, Kiana Hashemi, Ella Csuka, Tiana Mamaghani, Margit Juhasz, Jamie Wikenheiser y Natasha Mesinkovska, autores de un artículo de la Universidad de California, Irvine, EEUU. Reciben el galardón por usar cadáveres para determinar si existe el mismo número de vellos en cada una de las dos fosas nasales de una persona. Lo que no me explico es como las autoridades forenses les permiten acceder a cadáveres a estos chisgarabís.
El Ig Nobel de Nutrición para Homei Miyashita y Hiromi Nakamura, de Kanagawa, Japón. Reciben el galardón por experimentos para determinar cómo los palillos chinos y las pajitas electrificados pueden cambiar el sabor de los alimentos. Pero…, ¿puede saberse de que material hacen los palillos los chinos?, quizás mejor no saberlo.
Ig Nobel de Química y Geología: el polaco Jan Zalasiewicz (Leicester, Reino Unido). Ha recibido este galardón por explicar por qué muchos científicos lamen rocas. Geólogos y paleontólogos lo hacen para mojar la superficie y observar las texturas de fósiles y minerales; así evitan los microrreflejos y microrefracciones de una superficie seca. Giovanni Arduino (1714–1795) en cartas a su amigo el profesor Antonio Vallisnieri de la Universidad de Padua describe el sabor de diferentes rocas y minerales (algunos son ácidos, picantes, incluso desagradables al gusto). Sobre gustos… hay mucho escrito, por lo que se ve.
El Ig Nobel de Educación: Katy Y. Y. Tam (China, Reino Unido), Cyanea Y. S. Poon (EEUU), Victoria K. Y. Hui (China), Wijnand A. P. van Tilburg (Reino Unido), Christy Y. F. Wong (China), Vivian W. Y. Kwong (China), Gigi W. C. Yuen (China) y Christian S. Chan (China).
Reciben este galardón por su estudio metódico del aburrimiento en profesores y estudiantes, y su influencia en el rendimiento académico.
En un primer estudio de 437 estudiantes (54.8 % mujeres con 14.5 años media) y 17 profesores (29.4 % mujeres con 76.5 % menores de 40 años) se usan encuestas diarias durante dos semanas. Los resultados de las 2675 evaluaciones tras cada clase indican que el aburrimiento del profesor se asocia de forma negativa con la motivación de los estudiantes.
Se concluye que los profesores deberían evitar aburrirse en clase, pues desmotiva el aprendizaje de los estudiantes. ¿Y estos otros han pillado subvención?, la conclusión se la daba yo sin necesidad de estudio alguno.
El Ig Nobel de Psicología para Stanley Milgram, Leonard Bickman y Lawrence Berkowitz, de la City University de New York, EEUU.
Reciben el galardón de forma retroactiva por sus experimentos (publicados en 1969) en una calle de la ciudad para ver cuántos transeúntes se detienen a mirar hacia arriba cuando ven a extraños mirando hacia arriba. ¡Yo también les daría la diadema de miss universo!.
Y por último el Ig Nobel de Literatura: Chris J. A. Moulin (Grenoble, Francia), Nicole Bell (Saint Andrews, Escocia), Merita Turunen (Helsinki, Finlandia), Arina Baharin (Selangor, Malasia) y Akira R. O’Connor (Saint Andrews, Escocia).
Reciben este galardón por estudiar lo que sienten las personas cuando repiten una sola palabra muchas, muchas, muchas, muchas, muchas, muchas veces. En concreto, estudian el fenómeno llamado “jamais vu”, lo opuesto al “déjà vu”, es decir, que nos parezca desconocido algo que nos es familiar. ¿Y lo de jamón transformándose en monja al repetirlo paroxísticamente?, ¿de eso qué?; será un “change vu”, que me digo yo.
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