Como todos los años en 2023 se han entregado los premios Ig Nobel a las investigaciones más disparatadas publicadas en dicho período. En estos premios, antípodas de los Nobel suecos, se premia a las investigaciones más bizarramente estultas, y este año hemos tenido suerte, pues hay dos categorías de Ig Nobel entregadas a españoles.

Veamos la primera de ellas. El Ig Nobel de Físicas en 2023 se les ha concedido a los siguientes españoles (y un suizo que se ha colado de matute, todo hay que decirlo): Bieito Fernández Castro (España, Reino Unido), Marian Peña (España), Enrique Nogueira (España), Miguel Gilcoto (España), Esperanza Broullón (España), Antonio Comesaña (España), Damien Bouffard (Suiza), Alberto C. Naveira Garabato (España) y Beatriz Mouriño-Carballido (España).

Ilustración 1: Bieito Fernández Castro.

Que reciben el prestigioso galardón por estudiar cómo la actividad sexual de las anchoas (Engraulis encrasicolus) influye en la turbulencia de las aguas superficiales del océano.

A su campaña estos insignes investigadores la llamaron REMEDIOS. Quizás para reivindicar la memoria de Remedios Amaya; esa sevillana que cantó descalza ante media Europa. Según dicen, que yo no estaba presente, tuvo que salir al escenario con un vestido que no era su primera opción, pues el que quería llevar se confundía con el decorado. Al no tener zapatos a juego, decidió salir descalza al escenario. De perdidos al río, debió de pensar nuestra ilustre compatriota.

Y como íbamos diciendo, quedó hace cuarenta años (1983) la última (con unos sonoros y rotundos cero puntos) en el festival de Eurovisión. Con la canción que en su estribillo decía: “¡Ay?, ¿quién maneja mi barca, quien?, que a la deriva me lleva”. Pues pudiera ser, según este estudio, que fuera la voracidad sexual de las anchoas la causante de la dichosa deriva, que tanto le preocupaba a la eximia cantante.

Parece ser que la turbulencia de las aguas marinas influye en la circulación del agua oceánica, provocando cambios de temperatura al aflorar aguas más profundas y frías. En el estudio que nos incumbe registraron que de 17ºC se pasó a 13ºC, en la noche del desove de las anchoas (que fue exactamente el 4 de julio de 2018).

La turbulencia del agua marina puede ser de dos tipos, lo que denominan geomezclado o mezclado geofísico (producido principalmente por el viento y las mareas) o el llamado biomezclado  o mezclado  biofísico causado por la biota marina (en este caso las anchoas). El geomezclado predomina en las aguas abiertas pero en profundidades de entre 10 y 25 metros cobra mayor importancia el biomezclado.

El estudio se realizó en una zona de afloramiento costero en la Ría de Pontevedra (Galicia, España). Ya sabéis, por tanto; que si en vuestras próximas vacaciones en Galicia; notáis el agua de la mar extremadamente fría (cosa muy habitual en esas latitudes, por cierto) ya tenéis a quien echarle la culpa. ¡Al desenfreno sexual que se traen entre manos las malditas y rijosas anchoas!.

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