La tercera patente curiosa de la actualidad tampoco es manca, y nunca mejor dicho.
Ni más ni menos que abrazos a distancia. ¡Sublime!, no sé cómo hemos podido vivir hasta ahora sin semejante artilugio.
Chatear, hablar por teléfono, videollamadas… Comunicarse con los seres queridos que viven lejos es más fácil, cómodo, barato y real gracias a las nuevas tecnologías.
Sin embargo, no deja de existir esa gran barrera llamada distancia que impide abrazar o besar a quienes no están a nuestro lado; porque las palabras no siempre son suficientes.
Por eso Microsoft ha patentado un sistema de telepresencia para enviar y recibir estímulos físicos –apretones de manos, abrazos, palmaditas…- mediante objetos conectados telemáticamente, como, por ejemplo, cojines.
Y desengañémonos, más que nos quiere nuestro cojín favorito, que se pasa toda su vida bajo nuestras posaderas sin rechistar, no va a querernos nunca nadie.
En lo de telebesar, los besos telemáticos a distancia, no lo especifican muy bien; no sé si habrán diseñado una especie de bola babosa con ventosas húmedas o artilugio similar. Pero seguro que cuando presenten en sociedad el invento patentado nos sorprenderá y será una «cucada» tecnológica más a tener en cuenta.
Y pensar que todo esto empezó con el Telepizza, en fin.
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