Para registrar una patente a tu nombre se exige un límite en la edad mínima (18 años, ser mayor de edad legalmente) pero no existe ningún límite de edad máxima. Y muestra de ello es nuestro compatriota el ilicitano José María Almira.
José María Almira se consagró en 1988 al ser el inventor y patentar el “pincho” de la sombrilla de la playa, después de que su parasol saliera volando en la playa de Santa Pola y le diera en la cara a una niña. Con un amigo como testigo, se propuso acabar con este deficiente sistema e hizo historia.
Pero ahora en 2022, 34 años después de patentar este útil artilugio sigue en activo patentando. En realidad a lo largo de su vida ha registrado al menos 25 patentes más, aunque trabajó como empleado de una oficina bancaria durante toda su vida. Pero por lo que vamos a destacarle es porque en 2022 y con 93 años ha registrado su última patente.
José María sigue totalmente activo a todos los niveles a sus 93 años, conduce a diario su coche desde Santa Pola hasta Elche, hace lo propio con su barco tras renovar periódicamente los permisos y no pierde nunca de vista la libreta donde plasma las originales ideas que le vienen a la mente. Según el mismo declara: “La tengo en la mesilla de noche porque muchas veces me despierto y apunto lo que tengo en la cabeza mientras duermo”.
Y lo corrobora su nieta que afirma: “Tiene 93 años, pero quién lo diría… Se levanta todos los días a las siete, cuida de su mujer que tiene movilidad reducida, va conduciendo hasta Elche todos los días… Y por supuesto sigue apuntando en su libreta todas las ideas que le vienen a la cabeza y que algunas son realmente rompedoras y originales”.
Según relata su nieta al respecto: “El otro día me enseñó una hoja arrugada que había dibujado hace dos o tres años con un sistema para generar energía con el agua y me pareció tan interesante que fuimos a patentarlo… Lo más sorprendente es que lo habían registrado en Canadá hace pocos meses… Historias así tengo muchas, su mente nunca descansa”.
Parece ser que ha tenido estas inquietudes desde siempre, ya que su nieta afirma: “Siempre cuenta que con siete años se fabricaba sus propios juguetes y les hacía alas para que volaran… algo que luego se vio muchos años después. Inventar fue siempre su gran afición, tenía un torno y junto a él ha pasado siempre las horas”.
El dispositivo que ha inventado y patentado a los 93 años; y al que su familia ha bautizado como “El Soporte de mi Abuelo”, para su comercialización por internet; tiene que ver con el deseo de hacer la vida más fácil a Asunción, su compañera de toda la vida, que tras dañarse ella la rótula y varias costillas, tiene la movilidad reducida.
Se trata de un soporte de aluminio con pinzas que ayuda a las personas de movilidad reducida a cambiarse la ropa interior, los pañales y los pantalones. Un sistema realmente útil para las personas mayores.
Así lo explica el propio José María: “Después de dos meses ayudando a mi mujer a cambiarse los pañales y la ropa interior con los mismos movimientos, pensé en ayudarme de un aparato… Yo soy así, me acuesto pensando una cosa, me la apunto en una libreta y al día siguiente me pongo a darle vueltas a ver si saco algo en claro”.
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