Voy a ser temerariamente corporativista y afirmar rotundamente que la escritura de lenguas muertas han sido descifradas única y exclusivamente por la ímproba labor que han llevado a cabo los traductores.
No los actuales, por supuesto. Sí, nosotros somos una agencia de traducción técnica, pero nuestra depurada técnica no nos alcanza para traducir textos cuneiformes en acadio o sumerio al inglés o francés; o para traducir jeroglíficos egipcios al español o al alemán. Las patentes son textos muy complejos de traducir por su especificidad técnica y peculiar redacción, pero por suerte las oficinas de patentes de todo el mundo no admiten a trámite patentes redactadas en escrituras de lenguas muertas o de inventores anónimos o ya muertos (sino más de uno hubiera ya patentado la rueda en cuneiforme haciéndose pasar por sumerio).
No, el descifrado de escrituras de lenguas muertas se debe a la labor de los traductores antiguos. Los traductores que tenían como lengua materna (y por tanto como lengua viva) aquella cuya escritura se descifraría siglos o milenios después por nosotros en la actualidad. Y que tuvieron a bien traducir textos de esa lengua a otras lenguas escritas que si conocemos; y además conservar (en piedra, que milenios no hay otro material de soporte que aguante) tanto el original como la traducción en la misma piedra.
Nunca un semiólogo, lingüista, criptólogo o la tan cacareada ahora inteligencia artificial han sido capaces de descifrar la escritura de una lengua muerta si previamente no existían traducciones de dicha escritura a otras lenguas (muertas o vivas pero conocidas) hecha por traductores. Sin textos bilingües creados por traductores no se ha descifrado ni una sola escritura de una lengua muerta.
Y como ejemplo daremos tres muestras:
El Lineal A, escritura de la civilización minoica de Creta, se usó desde el siglo XIX antes de cristo hasta el siglo XV antes de cristo (en la edad del bronce). En 1900 Arthur Evans encontró los primeros vestigios al excavar el palacio de Cnosos, en forma de tablillas de arcilla. Desde entonces se ha intentado descifrar, y siempre de una manera infructuosa al no existir textos bilingües. Un fallo imperdonable de los traductores minoicos, si es que no terminamos al final encontrando conservado un texto bilingüe. También de la edad de bronce y descubierto por Evans, si se ha descifrado el Lineal B, de la cultura micénica de la Grecia continental. Tampoco existían textos bilingües, pero presupusieron que era griego antiguo y dieron en la diana. Porque descifrar escrituras desconocidas de lenguas conocidas (vivas o muertas) eso si sabemos hacerlo, pero de lenguas muertas desconocidas no, salvo que haya traducciones bilingües.
El olmeca, los olmecas fueron la primera civilización mesoamericana, se inició en el 3000 antes de cristo, su máximo esplendor fue entre los años 1000 y 400 antes de cristo y desapareció hacia el año 100 después de cristo. Se encuentra en Mexico, en los estados de la costa atlántica de Veracruz y Tabasco (en el golfo de Mexico). Desarrollaron el calendario y la escritura de una manera aislada e independiente del resto del mundo (Mesopotamia o China, los otros dos focos donde se creó la escritura y el calendario). La inscripción en piedra más antigua encontrada hasta ahora en olmeca data del 900 antes de cristo. En 1993 unos lingüistas norteamericanos publicaron que la habían descifrado parcialmente, pero básicamente lo que hicieron fue conjeturar las posibles relaciones filogenéticas con otras lenguas mesoamericanas, sin llegar a descifrarla en realidad. Volvieron a insistir en 1997, pero otro tanto de lo mismo. Sigue indescifrable, aunque si encontramos un resto lítico con una inscripción de un texto bilingüe (olmeca-maya, por ejemplo) lo conseguiremos.
El rongo rongo, es el sistema de escritura propio de los aborígenes rapanui de la isla de Pascua en el océano Pacífico. Según ciertos autores es la única escritura estructurada en toda Oceanía.
Las inscripciones se han encontrado en tablillas de madera. Se han datado por carbono 14 y son bastante recientes (comparado con los otros dos casos mencionados) en un rango entre 1680 y 1740 después de cristo. Existe cierta controversia sobre si la escritura de Rapa Nui surgió de manera independiente (ex novo) como en el caso del chino, del olmeca o del sumerio; o la idea de la escritura fue tomada tras contacto con los exploradores europeos, precisamente tras la visita del navío San Lorenzo y la fragata Santa Rosalía, de la Real Armada Española, en noviembre de 1770. El conocimiento del significado verdadero de las inscripciones de esta escritura se perdió cuando esclavistas provenientes de Perú se llevaron de Rapa Nui, entre los años 1862 y 1863, a gran parte de los hombres en edad de trabajar para la labor penosa de la extracción y explotación de guano en las islas Chincha de Perú. Sin embargo, su destino final parece haber sido el de braceros y de siervos trabajando para los terratenientes peruanos del continente. Al no haberse encontrado traducciones bilingües de esta escritura permanece totalmente sin descifrar, a pesar de los muchos intentos realizados.
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