En la siguiente tabla se muestra una comparativa (indicando incremento/decremento) entre las solicitudes presentadas por países de la EPO enfrentando a 2021 con 2022.
Como cabía esperar la 1ª potencia económica europea, Alemania, aparece en el primer puesto con 24.684 patentes solicitadas en la EPO.
A continuación, la 2ª potencia económica europea, Francia; con 10.900 patentes solicitadas (algo menos de la mitad de las que solicitó Alemania).
En tercer puesto, y destacando por tratarse de un país demográfica y geográficamente muy pequeño; Suiza con 9.008 solicitudes de patentes a la EPO.
Luego otros cuatro países entre 4.000 y 6.000 solicitudes realizadas como son por orden de aparición: Países Bajos (meritorio cuarto puestos, teniendo en cuenta sus dimensiones geográficas y demográficas, por delante de la 3ª y 4ª potencia económica europea), Reino Unido (la 3ª potencia económica europea), Suecia (también destacable puesto para un país demográficamente minúsculo, aunque no geográficamente) e Italia (la 4ª potencia económica europea).
Los restantes tres estados miembros de la Oficina de Patentes Europea (EPO), que aparecen y presentaron alrededor de 2.500 patentes son por orden de aparición Dinamarca, Bélgica y Austria. España, con 1.925 solicitudes presentadas, ocuparía el décimo segundo puesto, y por tanto no parece en este ranking de los diez primeros. El atraso tecnológico secular que padece nuestro país se manifiesta de esta manera, ya que por economía nos correspondería estar muy por encima de esa mediocre posición.
Si hay que destacar que únicamente dos países de la EPO entre estos diez primeros sufren un decremento, Alemania e Italia. Destacable el caso de Alemania que alcanza casi el -5% (un -4,7% en concreto) y que puede achacarse a que la economía alemana se ha visto muy perjudicada por la falta de fuentes energéticas al cortarse el abastecimiento de gas de Rusia por la guerra. Digamos que Angela Merkel no hizo un buen negocio haciendo que su país sufriera tal dependencia energética.
El otro es Italia con un menos acentuado -1,1%, y que puede ser achacado también a la guerra europea (también era muy dependiente del gas ruso, aunque en mucha menor medida que Alemania, pero también lo era Austria y no sufre decremento alguno), pero me gusta más pensar que pagan el delito económico de su secular inestabilidad política.
En la siguiente tabla mostramos los diez primeros países, de los veintisiete de la Unión Europea, por el número de solicitudes de patentes en las oficinas de la EPO. Poco que mencionar, desaparecen Suiza y Reino Unido, y en el furgón de cola parecen Finlandia y España, que de esta forma ocupa el último puesto, el décimo, entre los países de la Unión Europea. Y encima con un decremento del -1,0% para rematar la faena. El comentario sigue siendo el mismo, por economía somos la cuarta potencia económica de la Unión Europea, pero por investigación nos quedamos en el furgón de cola; lamentable, pero es nuestra realidad.
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