En la tabla anterior se entiende por Aplicaciones el total de solicitudes de patentes europeas; tanto las directas, como también las indirectas de las solicitudes internacionales (PCT) que entraron en la fase europea durante 2020. La tabla muestra el ranking de los 30 primeros países.
Y aquí queda totalmente de manifiesto lo que pergeñábamos en capítulos anteriores. Como países de poca población (y en la mayoría de los casos pequeño tamaño o extensión, aunque esto no aparece reseñado en la tabla) como son Suiza, Suecia, Dinamarca, Holanda (Países Bajos) o Finlandia ocupan las cinco primeras posiciones. Muy por delante de las grandes potencias como Estados Unidos, China, Rusia o Japón.
Destacar el caso de Suiza, el primero de la lista, que más que duplica el número de aplicaciones por millón de habitante del segundo, Suecia. Francamente meritorio el caso helvético.
La importancia a nivel de país en la Propiedad industrial no lo marca la potencia económica, mucho menos la militar, ni la población, ni la extensión territorial; podríamos decir que básicamente el factor determinante es la capacidad de inventiva de cada país, que indudablemente va intrínsecamente unido a la calidad e inversión en educación. Claramente se nota con la posición que ocupan los países nórdicos (a excepción de Noruega que ocupa un lugar más bajo, como es el quince) cuyo sistema de educación pública es puntero en el mundo.
Y si nos fijamos en los diez primeros del listado, seguimos en las mismas, ya que salvo el sexto puesto de Alemania (única potencia económica que podemos decir que se salva de la quema), además de los anteriormente mencionados, tenemos a Austria, Bélgica, Israel e Irlanda.
En buena posición también están los llamados tigres asiáticos de la economía; Singapur, Corea o Taiwán (el cuarto tigre, Hong Kong, ya está integrado en China y aunque aparece como RAE de Hong Kong de China en el listado, ya ocupa una posición mucho menos destacada).
También sorprende la posición que ocupan países como Puerto Rico, Eslovenia, Chipre, Estonia o Nueva Zelanda. Para los que nuestro conocimiento del mundo de la Propiedad Industrial o de los sistemas educativos, no encuentra una explicación rápida, directa y fácil.
En cuanto a España, ocupa el puesto vigésimo sexto por detrás de todos los mencionados anteriormente y algunos países más no mencionados; posición que se comenta por si misma. Nuestro sistema educativo deja mucho que desear.
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