El día 26 de julio se celebra el Día Internacional del Esperanto, coincidiendo la fecha con la primera publicación del “Unua Libro”, el primer libro para aprender la gramática del idioma, creado por el “Doktoro Esperanto” (seudónimo de L. L. Zamenhof), de donde el idioma toma su nombre actual.
En algunas ocasiones, el llamado Día de Zamenhof (15 de diciembre), fecha del nacimiento de L. L. Zamenhof y también llamado Día de la Literatura en Esperanto o Día del Libro en Esperanto, es llamado erróneamente Día del Esperanto.
Al ser una lengua construida (también llamada idioma artificial o conlang, es decir, un idioma que ha sido total o parcialmente construido, planeado o diseñado por seres humanos a partir del estudio de las lenguas naturales existentes), el esperanto no está genealógicamente relacionado con el idioma de ningún grupo étnico.
Sin embargo, puede afirmarse que la mayoría del vocabulario es de origen indoeuropeo: el latín o lenguas romances como el francés o el italiano (curiosamente nunca se menciona al español) o germánico como el alemán e inglés.
Su alfabeto es latino modificado, con cinco vocales y veintitrés consonantes (que no incluyen las letras q, w, x, y; aunque se admiten para nombres propios extranjeros). No obstante, su sintaxis y morfología muestran fuertes influencias eslavas.
Además, tiene en común con el japonés, suajili o turco que es una lengua aglutinante (tiene pocas y fijas la raíces que llevan el significado y es modificado casi infinitamente por sufijos y prefijos para darle el significado deseado a las palabras) y con el chino que es una lengua aislante (las palabras mayoritariamente tienden a tener un único morfema o raíz con significado).
Por otra parte, es un idioma sin genero gramatical, no existen ni el femenino ni el masculino, todo él se escribe en un aséptico genero neutro (ideal por tanto para las actuales reivindicaciones feministas). Tiene una gramática simplificada, de tan solo dieciséis reglas.
El esperanto no es lengua oficial actualmente en ningún territorio, aunque han surgido tres pintorescos intentos a lo largo del tiempo a este respecto.
El Moresnet, independiente entre 1816 y 1919, declaró el esperanto como la lengua oficial en sus postrimerías. El Moresnet es una diminuta zona de 3,5 kilómetros cuadrados en disputa entre las fronteras de Alemania, Bélgica y Países Bajos; a 7km de Aquisgrán. Para solucionar estas disputas se estableció un condominio neutral que durante estos cien años llegó a tener su propio escudo, bandera e idioma oficial (el esperanto). Actualmente, después de pasar por ser territorio de las tres naciones mencionadas en distintas épocas históricas, pertenece a Bélgica; donde no es ni oficial ni cooficial el esperanto.
En 1968 la efímera y autoproclamada República Esperantista de la Isla de las Rosas, nombre de una plataforma de tipo petrolífero en el mar Adriático de 400 metros cuadrados y a 500 metros de las aguas jurisdiccionales italianas, se declaró independiente. Su gobierno acuñó moneda y sello postal, estableció su propio escudo y bandera; y declaró al esperanto como su idioma oficial. Ese mismo año fue bloqueada y ocupada por la policía italiana y demolida al año siguiente, acusándola de ser un intento ilegal de urbanizar el mar para obtener beneficios económicos.
Y por último, desde el 12 de julio de 2006 Herzberg am Harz, una ciudad del sur del estado federal de Baja Sajonia, en Alemania; usa el título «Die Esperanto-Stadt», también llamada la Esperanto-urbo“ (La Ciudad del Esperanto). Simplificando el proceso, digamos que ha establecido el esperanto como lengua cooficial al alemán a nivel local; y que lo enseña en las escuelas, los carteles (tanto de tráfico como urbanos o de entidades y comercios públicos y privados) son mayoritariamente bilingües, al igual que las cartas de los menús.
A pesar de esto goza de cierto reconocimiento internacional, y la Asociación Universal de Esperanto cuenta con miles de miembros en 120 países, y mantiene relaciones oficiales con la ONU, la UNESCO (con dos resoluciones de apoyo al esperanto) y la Organización Internacional de Normalización. Otra curiosidad es que el esperanto tiene su propia bandera.
El esperanto (en su origen Lingvo Internacia, lengua internacional) fue creado Luis Lázaro Zamenhof, un oftalmólogo polaco poliglota que hablaba nueve idiomas, entre finales de la década de 1870 y a principios de la década de 1880. Se fija como fecha de creación el año 1887 por aparecer en Varsovia en el mes de julio el día 26 el primer libro de gramática del esperanto. La intención de este doctor fue crear una lengua fácil de aprender y neutral, más adecuada para la comunicación internacional frente a las grandes lenguas hegemónicas que surgen según las potencias de la época y que además de ser una colonización lingüística, suponen un elevado coste en recursos e igualdad lingüística para las naciones no nativas; amén de la carga nacionalista y colonialista que todo esto implica.
El primer Congreso Universal de Esperanto se celebró en la ciudad francesa de Boulogne-sur-Mer en 1905. Desde entonces, los congresos mundiales se han organizado en los cinco continentes año tras año excepto durante las dos Guerras Mundiales.
En las primeras décadas el número de hablantes creció considerablemente en el Imperio ruso y en Europa central y oriental. Y desde aquí se extendió rápidamente a Europa occidental, América, China y Japón. En 1889 el expresidente de la Primera República Española, Francisco Pi y Margall, dio a conocer el esperanto en Madrid mediante un artículo de prensa, y pronto echo raíces sobre todo en Valencia y Barcelona.
Pero a pesar de este esperanzador comienzo las turbulencias del siglo XX se llevaron por delante todas las buenas expectativas iniciales. Analicémoslas:
En 1908 se origino un cisma entre los propios defensores del esperanto enfrentando a los que querían reformarlo y los que no deseaban realizar tal reforma.
En 1922 en la Tercera Asamblea de la Liga de Naciones se planteó declarar al esperanto como algo similar a una lengua oficial internacional (en concreto lengua auxiliar internacional); pero el delegado francés Gabriel Hanotaux vetó tal iniciativa afirmando el muy bellaco que ya existía una lengua franca internacional, el francés. Por lo que se ve el chauvinismo francés y la estulticia inherente a los políticos no tienen límites, sin más comentarios.
En Alemania el esperanto se asoció a los movimientos obreros de izquierda, llegándosele a denominar “el latín de los obreros”, cuando llegaron los nazis al poder persiguieron con especial inquina al esperanto. Teniendo en cuenta que Zamenhof era judío y que Hitler en su libro Mein Kampf menciona el esperanto como una lengua que podría ser usada para la dominación del mundo por una conspiración judía internacional. Los esperantistas alemanes fueron pasto del holocausto.
En la Unión Soviética el esperanto fue inicialmente bien visto y promovido por el gobierno soviético, hasta que Stalin en 1937 revirtió esta política afirmando que el esperanto era una “lengua de espías” y hubo fusilamiento de esperantistas. La prohibición del uso del esperanto fue efectiva hasta finales de 1956.
En Estados Unidos el senador estadounidense Joseph McCarthy, conocido por su acendrado anticomunismo y su delirante caza de brujas, consideró el conocimiento del esperanto como “casi sinónimo” de simpatía hacia el comunismo. Y para rematar la faena de desprestigio, el ejército norteamericano en plena guerra fría decidió que entre las décadas de 1960 y 1970; y para dar realismo a las maniobras, el esperanto fuera el idioma usado por el bando enemigo, elaborando incluso un manual de campo llamado “Esperanto, la lengua del agresor”.
Centrándonos en España y durante la segunda república el esperanto se asoció al movimiento libertario anarcosindicalista español, ya que en los ateneos libertarios y en el movimiento de las escuelas modernas relacionadas siempre con ellos, se potenció su uso y difusión. Con la llegada de la dictadura franquista no se prohibió el esperanto (no entró como cuarta pata de la conspiración internacional judía, masónica y comunista del esperpéntico discurso del bajito dictador ferrolano) pero se frenó en seco su expansión.
Y aunque en la actualidad el Traductor de Google incluye el esperanto, o han crecido exponencialmente los artículos en esperanto en Wikipedia o Facebook o hay enseñanza online del esperanto en Duolingo, o hay publicados muchos miles de libros en esperanto o existen bibliotecas para ellos; o incluso periódicos o emisoras de radio que usan parcialmente el esperanto; podemos afirmar que el esperanto ha sido con el transcurso de este casi siglo y medio un experimento fallido. En la actualidad, aunque es bastante difícil de calibrar, se afirma que hay unas 100.000 personas que hablan fluidamente el esperanto y los más optimistas hablan de 2.000.000 de personas con algún conocimiento de él o de 800.000 estudiantes del mismo.
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