El 6 de junio se celebra el Día de la Lengua Rusa con el objetivo de reconocer la riqueza cultural e histórica de cada uno de los idiomas oficiales en la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La ONU introdujo en 2010 en su calendario de celebraciones los días dedicados a las lenguas declaradas por ella como oficiales: inglés, francés, árabe, chino, ruso y español. El año 2007 fue designado Año Internacional de la Lengua Rusa.

Se eligió el 6 de junio para celebrar la lengua rusa porque coincide con la fecha del nacimiento del gran poeta ruso Alexander Pushkin, creador de un estilo narrativo propio, mezcla de drama, romance y sátira.

El idioma ruso es una lengua del tronco indoeuropeo, perteneciente a la rama eslava y que forma parte de la familia lingüística denominada eslava oriental.

La lengua rusa figura entre los 10 idiomas más hablados del mundo por número de hablantes totales, situándose con sus 258 millones en octava posición.

Es idioma declarado oficial en Rusia, Bielorrusia, Kirguistán y Kazajistán. Y también es de facto oficial en las repúblicas separatistas no reconocidas internacionalmente de Abjasia y Osetia del Sur en Georgia o en Transnistria (región de Moldavia) o también en las autoproclamadas repúblicas del Donestk y Lugansk en el Donbas (este de Ucrania)

En menor medida también es hablada, en los otros países que constituyeron la URSS y Mongolia. Hasta 1917, fue el único idioma oficial del Imperio ruso. Desde el periodo soviético, fluctúa la actitud frente a las lenguas de las otras etnias. Aunque cada una de las repúblicas soviéticas tenía su propia lengua oficial, el prestigio superior fue reservado para el ruso. Después de la desintegración en 1991, las naciones nuevamente independientes han promovido sus lenguas nativas. Esto ha fomentado la disminución del conocimiento del ruso por algunas naciones, aunque permanece como idioma de intercambio político y económico en la región.

En Ucrania no es oficial el ruso, pero está ampliamente difundido; siendo la lengua materna preponderante, cuando no mayoritaria, en las regiones del sur y este del país. En Letonia su reconocimiento oficial y su legalidad en las aulas ha sido un tema de debate importante (aunque sigue sin ser oficial ni enseñarse en las aulas) en un país donde más de un tercio de la población habla ruso, sobre todo entre los rusoparlantes que migraron desde la ocupación de Letonia por la Unión Soviética. De manera similar, en Estonia los inmigrantes de la época soviética y sus descendientes constituyen aproximadamente la cuarta parte de la población actual, y tampoco es lengua oficial o vehicular en la enseñanza. En cuanto a Lituania, una población mucho menor rusoparlante ha sido asimilada tras la independencia y actualmente representa menos de una décima parte de la población total del país. No obstante, a diferencia de sus dos países vecinos, la minoría rusa y los rusoparlantes lituanos tienen asegurada la enseñanza del idioma en el país, aunque el ruso tampoco es lengua oficial en Lituania.

En el siglo XX, el ruso fue enseñado a menudo en las naciones comunistas del antiguo Pacto de Varsovia y en otros países satélites, como Polonia, Bulgaria y Checoslovaquia. No obstante, las generaciones más jóvenes no lo dominan, ya que el ruso no es obligatorio en su sistema educativo.

En Finlandia es hablado por la minoría rusa residente en el país y está muy extendido en localidades situadas cerca de la frontera con Rusia.

En Israel viven unos 750.000 inmigrantes judíos de la antigua URSS y, la prensa israelí frecuentemente realiza publicaciones en ruso. También en Norteamérica y Europa occidental, hay cientos de miles de personas de habla rusa. En general, los descendientes de los emigrantes pierden el habla rusa antes de la cuarta generación. Las comunidades rusoparlantes en Europa occidental totalizan aproximadamente 3 millones.

Si se juzga por los registros históricos, a comienzos del siglo IX, el grupo que predominaba sobre la mayoría de las modernas Rusia europea, Ucrania y Bielorrusia eran eslavos orientales, que hablaban una serie de dialectos muy relacionados entre sí. La unificación política de la región en la Rus de Kiev, de la cual tanto Rusia como Ucrania se originan, fue seguida poco después por la cristianización de la Rus de Kiev en 988 y la fundación del antiguo eslavo eclesiástico como la lengua litúrgica y literaria.

El antiguo eslavo eclesiástico fue un idioma originariamente del grupo de lenguas eslavas meridionales y la primera lengua eslava con carácter literario, desarrollada a partir del dialecto eslavo de Salónica (actual Grecia) por los misioneros bizantinos del siglo IX, santos Cirilo y Metodio. Inventándose su propio alfabeto, el cirílico, que se usa en el idioma ruso y que tiene el origen de su nombre en este hecho. El ruso es escrito con una versión moderna del alfabeto cirílico, consistente ee 33 letras.

Cirilo y Metodio lo utilizaron para traducir la Biblia, concretamente la Septuaginta, y otros textos del griego y para algunos escritos propios. Ha desempeñado un papel fundamental en la historia de las lenguas eslavas y evolucionó para convertirse posteriormente en el eslavo eclesiástico usado ya en toda la Rus de Kiev, y todavía en uso en la liturgia de algunos cristianos ortodoxos y católicos de rito oriental. Fue en esta época cuando los préstamos y calcos del griego bizantino empezaron a entrar en la lengua vernácula y, simultáneamente el lenguaje literario comenzó a modificarse para asemejarse al antiguo eslavo oriental.

La diferenciación dialectológica se aceleró tras el inicio del declive de la Rus de Kiev en 1100 así como con la caída del estado medieval tras la invasión mongola de la Horda de Oro en 1240. Tras el fin del dominio de la Horda de Oro a finales del siglo XIV, el centro político y lingüístico de la Rusia europea se trasladó a Moscú. Hay algún consenso acerca de que el ruso y ucraniano se pueden considerar idiomas distintos a partir de este período. Hasta finales del siglo XVII un derivado del eslavo eclesiástico fue el idioma oficial, pero, a pesar de los intentos de estandarización, por personajes como Meletius Smotritski (hacia1620), su integridad ya estaba por entonces comprometida por una incipiente literatura secular en distintos dialectos.

Las reformas políticas de Pedro el Grande fueron acompañadas por una reforma del alfabeto y, se consiguió el objetivo de secularización siguiendo el modelo occidental. Grandes cantidades de vocabulario especializado se introdujeron en el ruso procedentes de Europa occidental. En 1800, un número significativo de la aristocracia hablaba diariamente francés y, en menor número alemán; y se enriqueció el vocabulario con préstamos provenientes de ambos idiomas. El lenguaje literario moderno se considera que data de la época de Aleksander Pushkin en el primer tercio del siglo XIX.

La agitación política de principios del siglo XX y los cambios radicales de ideología política dieron al ruso escrito su apariencia moderna tras la reforma ortográfica de 1918.

Ilustración 1: Dialectos del idioma ruso hacía 1915.

A pesar de la igualación a partir de 1900, especialmente en lo concerniente al vocabulario, existe un gran número de dialectos en Rusia. Algunos lingüistas dividen los dialectos del ruso en dos grupos regionales principales, el «norteño» y el «sureño», con Moscú como zona de transición entre ambos. Otros lo dividen en tres grupos: «norteño», «central» y «sureño», con Moscú en el grupo central. Los dialectólogos reconocen dentro de Rusia docenas de variedades menores. El idioma ruso estandarizado actual está basado en el dialecto moscovita.

En la localidad de Ninilchik, en Alaska, Estados Unidos, existe un grupo de personas de avanzada edad que conservan un dialecto del ruso como su lengua materna, existente desde el periodo en el que Rusia poseía Alaska.

El Fenya o Fenka, un argot criminal de origen antiguo, con la gramática rusa pero con vocabulario diferente. Por su parte el Súrzhyk es una variedad mixta, mezcla de ucraniano y ruso, hablada en algunas áreas rurales de Ucrania. También el Trasianka es una mezcla de ruso y bielorruso usado por un gran porcentaje de la población rural en Bielorrusia.

Y por último el Russenorsk es un pidgin (lengua simplificada, creada y usada por individuos de comunidades que no tienen una lengua común ni conocen suficientemente alguna otra lengua para usarla entre ellos) extinto que usaba vocabulario ruso y gramática noruega usado para comunicarse por los rusos y noruegos de Svalbard y la Península de Kola.

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