Probablemente el futuro de la traducción sea la traducción automática, pero eso, en el futuro, no en el presente. La herramienta de traducción automática más popular como traductor automático es sin duda Google Translate, usada por unos 200 millones de personas y con capacidad para traducir 103 idiomas.

Pero hay que manejarla con sumo cuidado, ya que en el estado actual del desarrollo de la traducción automática, la probabilidad de cometer garrafales errores en la traducción solicitada es muy alta; para los estándares de una traducción oficial es inaceptable, por supuesto también lo es para una traducción técnica que merezca dicho apelativo e incluso para una traducción comercial (a pesar de los prospectos y manuales de uso traducidos de manera tan «peculiar» de los productos chinos).

Los ayuntamientos son el tercer y último escalón territorial de la administración del estado español, pero no por ello dejan de ser centros oficiales de este nuestro variopinto país. Se les puede escusar por su bajo presupuesto disponible o por las prisas con las que suelen tener que trabajar, dada la incapacidad genética española de planificar nada con antelación, o si quiere verse de manera más optimista, la infinita capacidad española para la improvisación. Pero el uso alegre, por llamarlo de alguna manera, que realizan de Google Translate ya clama al cielo, al infierno y al purgatorio, si los hubiera o hubiese.

Valgan como botón de muestra los siguientes ejemplos de nuestros ilustrísimos y excelentísimos concejos de ediles:

Ilustración 1: Fiesta del grelo en As Pontes (Coruña).

Uno que alcanzó gran notoriedad en las redes en 2015, fue el caso del Concello de As Pontes (Coruña) de menos de 10.000 habitantes, que en su web invitaba a todo el mundo a su afamada «Fiesta del Clítoris». Explicando gentilmente en el texto que «el clítoris es uno de los productos estrella de las gastronomía local desde 1981». Google Translate mediante, el error está en que «grelo» en portugués vulgar es una acepción de clítoris, y el traductor automático confundió el grelo gallego con el portugués. Porque efectivamente, el grelo es lo que festejan los gallegos y lo que se «comen» alegremente y en grandes cantaidades en su «Fiesta del grelo». El Concello alegó como escusa, un tanto nacionalista y peregrina, que el fiasco era debido a que Google relegaba al idioma «galego» a un segundo plano inadmisible confundiéndolo con el portugués.

Ilustración 2: El Centro Botín en Santander.

En enero de 2018 la web de turismo del ayuntamiento de Santander tradujo al inglés y al francés el llamado Centro Botìn, centro de arte dependiente de la fundación Botín como «Centro de Pillaje». No lo hicieron, pero seguro que estuvieron tentados en el ayuntamiento, de poner como escusa que el problema lo genera la familia de banqueros santanderinos apellidados Botín y fundadores del Banco Santander, porque no es de recibo; uno no puede dedicarse a ser banquero y apellidarse Botín, como es de esperar que uno no se dedique a ser cirujano apellidándose Carnicero. Quizás no lo hicieron porque en tan folclóricas traducciones incluso tradujeron el nombre de la alcaldesa, Gema Igual, por «Equal Gema» o «Egalité Gema» en inglés y francés respectivamente. Adujeron que usaron Google Translate por las prisas, ya que tenían que llegar en fecha a Fitur, la feria de turismo española.

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