¡Y, por si fuera poco, lo que hemos visto! No podían faltar los litigios de las patentes, ya que Huawei Technologies se enfrenta con Verizon (el mayor operador de telefonía móvil de EE. UU.). El caso es Huawei Technologies Co. contra Verizon Communications Inc., 20-30, Tribunal de Distrito de EE. UU. para el Distrito Este de Texas (Marshall); debido a que ambas compañías alegan que la una está usando de manera ilegal inventos que, que según cada empresa fueron patentadas por ellas. Verizon expone que Huawei ha incumplido sus compromisos de ofrecer términos justos y razonables para la licencia de sus tecnologías.
Ilustración 1.- Huawei se enfrenta a Verizon por patentes del 5G.
El litigio que Huawei con Verizon podría aspirar a la recuperación de sus inversiones después de que se le prohibiera la construcción de redes 5G en los EE. UU. (debido a las acusaciones de espionaje de EE. UU.). ¡Así que todo un desafío para el Juez de distrito Rodney Gilstrap! Dado que en el juicio se tiene que centrar en la cuestión de las patentes (los sistemas de redes de transporte óptico, una tecnología clave que permite la transmisión rápida de grandes cantidades de datos) y no en cuestiones geopolíticas.
Para resumir este embrollo, el jurado debe resolver las cuestiones claves que son: Si Verizon infringe tres patentes de Huawei; si Huawei infringe dos patentes de Verizon; y si la demanda inicial de regalías de Huawei cumple con la obligación de todos los propietarios de patentes esenciales estándar de licenciar sus invenciones en condiciones “justas y razonables y términos no discriminatorios”. Por un lado, Huawei alega que las tres patentes, son componentes críticos del estándar industrial G.709 de la Unión Internacional de Telecomunicaciones para las redes. Y a su vez, acusa a Verizon de negarse a negociar una licencia, aun cuando el estándar ayuda a la empresa con sede en Nueva York con redes más eficientes. Y, por otro lado, Verizon le responde, que las demandas de Huawei eran bastante altas y, además, que está utilizando dos de sus inventos patentados para las redes ópticas.
¡Ah! Si pensábamos que esto queda aquí, estamos equivocados… Hay un segundo caso, Huawei contra Verizon, 20-90, Tribunal de Distrito de EE. UU. para el Distrito Oeste de Texas (Waco), en el que Huawei atribuye a Verizon el quebrantamiento de patentes de infraestructura de red, englobando enrutadores, y las aplicaciones Smart Family y One Talk de Verizon.
Huawei demandó previamente a T-Mobile Usa Inc. después de que se malograran las negociaciones sobre licencias. Las compañías arreglaron su disputa por las patentes en 2017 y desde ese momento Huawei ha sido inculpada por Estados Unidos por cargos que contienen acusaciones de que robó un robot secreto de prueba de teléfonos T-Mobile.
Cuando Donald Trump deja de ser presidente de los EE. UU. y Joe Biden entra en escena, en lo que respecta a la política exterior toma decisiones diferentes para restablecer las alianzas entre EE. UU. y China; además quiere fortalecer colaboración con los aliados de la Unión Europea. En el tema de la competencia estratégica se ha puesto como objetivo superar a China en vez de debilitarla; invirtiendo en investigación con el fin de incentivar a las empresas nacionales para que fabriquen sus propios semiconductores y en el desarrollo de tecnología 5G para que las empresas tengan mayor competitividad en el mercado global.
Referente al asunto de seguridad, Biden ha firmado la Ley de Equipamiento Seguro, es una nueva normativa con la que el país tomará medidas contra las compañías chinas dedicadas al sector de las telecomunicaciones. Esta ley conlleva que la Comisión Federal de Comunicaciones de EE. UU. (FCC) ya no puede revisar, ni aprobar, ninguna solicitud de autorización declarada por empresas que representen un riesgo inaceptable para la seguridad nacional. O lo que es lo mismo, que Huawei y ZTE no tendrán la opción para intentar conseguir la aprobación del uso de su equipamiento de telecomunicaciones en EE. UU. Su objetivo es ayudar (con un programa valorado en 1.900 millones de dólares) a que las teleoperadoras estadounidenses sustituyan el equipamiento de ambas compañías. Y, además, la FCC también podría revocar las autorizaciones de equipos anteriores concedidas a las empresas chinas, y como ejemplo, la FCC votó a favor de revocar la autorización de la filial estadounidense de China Telecom para operar en EE. UU., alegando problemas de seguridad.
Después años de tensiones entre China, EE. UU. y Canadá, en septiembre de 2021(casi 3 años desde su arresto domiciliario en Canadá) Sabrina Meng Manzhou fue liberada y viajó a China. El Departamento de Justicia de EE. UU. retiró la petición de extradición que se había solicitado contra ella. Y pocas horas después, liberaron a los canadienses Michael Spavor y Michael Kovrig.
En conclusión, si bien el objetivo de Xi Jinping es situar a China en el escenario mundial, siendo líder internacional a través de la tecnología 5G y estar por delante de Estados Unidos, Alemania o Japón; el objetivo de EE. UU. es no dejar que China tenga el control de las telecomunicaciones porque entre otras cosas, además de suponer una amenaza, podría perder la superioridad en la fabricación de semiconductores a favor de Corea del Sur y China (estos se incluyen en equipos médicos avanzados, permitiendo productos y servicios para el teletrabajo, el aprendizaje remoto, la telemedicina… ¡Muy preciado en la pandemia!). Está en juego, además de lo económico, quién tendrá más información y control de datos; lo peor de esta situación, es que no solo les ha afectado a ellos, sino que ha sido de forma global. Al presionar al resto de los países, han tenido que tomar partido, dando como resultado diferentes posiciones (veto duro, veto parcial, operadores que toman medidas, posiciones a favor de Huawei) y, al final, las empresas nórdicas Ericsson y Nokia han sido las grandes beneficiadas en todo este conflicto, ya que han recogido un gran número de licitaciones fuera de China en este tiempo.
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