Partimos destacando un dato que genera mucho interés: durante el 2020, solo los ingresos mundiales sobre las licencias de Patentes Esenciales Estándar del 5G generó aproximadamente los 20.000 millones de dólares (unos 17.800 millones de euros).
Debido a la gran aportación con la que Huawei ha contribuido en el desarrollo de la tecnología, pone de manifiesto que cobrará por el uso de su tecnología al resto de fabricantes, así que quien quiera usar la tecnología diseñada por Huawei deberán negociar los términos de licencias y pagar determinadas tasas de regalías. De manera que EE. UU. tendría que pagarle a Huawei (incluso contratando a alguna otra compañía para construir la infraestructura 5G).
No perdamos de vista que el enfrentamiento de las empresas chinas con las occidentales es por el control de las redes y nodos de comunicación 5G. Entrando en escena los dos actores principales de esta guerra comercial, por un lado, Donald Trump (EE. UU.) y por el otro lado, la empresa China Huawei, ambos se enfrentaban por el liderazgo tecnológico del 5G (algunos lo han llamado la geopolítica del 5G), ya que es un factor de crecimiento económico. Primero, Donald Trump vetó a Huawei e impidió que sus smartphones tuvieran tecnología estadounidense para acceder a los servicios de Google, incluidas todas sus aplicaciones, o a los procesadores de última generación. Y así trastocar la cadena mundial de suministros.
Y a su vez, Huawei acusa al Gobierno de EE. UU. de acoso tecnológico y que su veto afectará a más de 3.000 millones de personas que usan productos y servicios de Huawei en todo el mundo, lo cual provocará grandes consecuencias en muchas industrias en todo el mundo, sin olvidar que Huawei cuenta con casi 100 contratos con operadores de telecomunicaciones en el mundo.
Como es evidente, Donald Trump tenía como objetivo frenar el avance tecnológico de China, pero hay que señalar que si en algo destaca Huawei respecto a sus competidores es que puede hacer equipos para toda la cadena, fabrica desde los chips de los smartphones hasta los rúteres, el core y demás elementos de la infraestructura de red. Y además puede garantizar plazos en la Unión Europea, siendo un factor importante en este conflicto. Huawei se ha convertido el segundo productor mundial de teléfonos inteligentes y el mayor fabricante de equipos para torres de telefonía móvil, redes de internet e infraestructura de telecomunicación.
Se cree que los móviles han sido la excusa para presionar a su rival, recordemos que estas “rencillas” venían de lejos, en el 2011, la Administración Obama realizó una investigación cuyas conclusiones fueron que ZTE y Huawei podían suponer un peligro para la seguridad nacional; ¡Con lo fácil que hubiera sido hacer públicas las pruebas que los llevó a esa conclusión! Pero al no hacerse, la respuesta no se hizo esperar, siendo Tony Jin Yong (de la compañía Huawei en España) quien dijo: “Eso es intolerable. No podemos soportar acusaciones sin pruebas o con motivaciones políticas”.
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